¿Los católicos creen en el purgatorio?:
La creencia católica en el purgatorio es una forma de entender el cuidado de Dios por las almas que, al morir, están en su gracia, pero aún necesitan purificación para estar completamente listas para entrar al Cielo.
El purgatorio es una verdad de fe (dogma) proclamada oficialmente en el concilio de Florencia (1439) y reafirmada en el concilio de Trento (1545-1563), pero que la Iglesia Católica profesa desde sus inicios, confirmada por la Tradición, las Escrituras y el Magisterio de la Iglesia. En todas las formas de Oraciones Eucarísticas en las Santas Misas, se encuentra el momento de oraciones por los difuntos, donde la iglesia ofrece por las almas el sacrificio de Cristo.
Es importante recordar que estas oraciones solo tienen efecto para las almas que están en el purgatorio, ya que las que están en la gloria del Cielo no necesitan oraciones, porque ya contemplan a Dios, y las que están en el infierno ya fueron condenadas. En todo caso, si alguien, por ejemplo, reza por un alma que ya está en el Cielo, sus oraciones beneficiarán a quienes aún las necesiten.
En la Biblia vemos varios ejemplos que apuntan a esta idea. Uno de ellos está en 2 Macabeos 12,38-46, donde Judas Macabeo manda ofrecer oraciones y sacrificios por los muertos, creyendo que esto podría ayudarlos. Esto sugiere que, incluso después de la muerte, las almas pueden pasar por un proceso de purificación, y las oraciones de los vivos pueden ser de gran valor para ellas.
Jesús también habla de una especie de purificación en Mateo 5,26, al decir: "De ninguna manera saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo". Esto nos lleva a pensar que, antes de estar totalmente con Dios, puede haber una especie de "ajuste de cuentas", un tiempo de purificación.
En Mateo 12,32, Jesús menciona que algunos pecados pueden ser perdonados "en este mundo o en el venidero", sugiriendo que, después de la muerte, todavía hay posibilidad de purificación para algunas almas.
San Pablo también hace referencia a esto en 1 Corintios 3,11-15, cuando dice que las obras de cada persona serán probadas por el fuego, y aquellos cuyas obras no sean buenas sufrirán pérdida, pero aún serán salvados "como a través del fuego". Ese fuego se entiende como una purificación necesaria.
Otro punto importante está en 1 Pedro 1,6-7, que compara nuestra fe con el oro siendo purificado en el fuego. Esto refuerza la idea de que, incluso después de la muerte, podemos pasar por una fase de refinamiento y purificación antes de estar listos para la plenitud del Cielo.
Por último, Apocalipsis 21,27 dice que "nada impuro entrará en el Cielo", lo que nos recuerda que, para estar en la presencia de Dios, debemos estar completamente purificados.
El Catecismo de la Iglesia Católica explica que el purgatorio es ese estado de purificación para las almas que murieron en amistad con Dios, pero que aún necesitan una última purificación antes de entrar en el Cielo (CIC 1030). Y, conforme enseña el Catecismo, las oraciones de los vivos pueden ayudar a estas almas a purificarse más rápidamente (CIC 1032).
Por lo tanto, el purgatorio no es un castigo, sino una demostración del amor y de la misericordia de Dios, que ofrece una oportunidad de purificación final. Es un camino de preparación para que todos puedan alcanzar la santidad plena y estar con Dios eternamente en el Cielo.
¿Qué es el Purgatorio?
El purgatorio es un estado de purificación para las almas que, aunque en amistad con Dios, necesitan ser purificadas para entrar al Cielo. Como enseña el Catecismo (§1030), es una oportunidad de gracia y misericordia de Dios, preparando las almas para la gloria celestial.
Fundamentos Bíblicos y Tradición del Purgatorio
La Biblia trae indicaciones de la purificación después de la muerte, como en 2 Macabeos 12,38-46 y 1 Corintios 3,11-15. La Tradición y el Magisterio de la Iglesia reafirman esta creencia, consolidada en los Concilios de Florencia y Trento.
Oración Por las Almas: Un Acto de Caridad
La Iglesia nos enseña que las oraciones por los fallecidos ayudan a las almas del purgatorio a purificarse más rápidamente (CIC §1032). Es un acto de caridad cristiana que beneficia a las almas en su viaje final hacia la presencia de Dios.
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Oración por los muertos sugiere purificación después de la muerte: 2 Macabeos 12,38-46
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Necesidad de "pagar el último centavo" antes de salir: Mateo 5,26
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Perdón de pecados en el "mundo futuro": Mateo 12,32
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Salvación "por el fuego" después de probar las obras: 1 Corintios 3,11-15
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Oración de los vivos por los muertos, indicando posibilidad de ayuda: 1 Corintios 15,29
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Purificación y expiación necesarias incluso después de la muerte: 1 Pedro 1,6-7
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"Nada impuro entrará al cielo", implicando purificación: Apocalipsis 21,27
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CIC 958, 1030, 1031, 1032 y 1472
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AQUINO, Felipe. El Purgatorio: Lo que enseña la Iglesia. 10. ed. Lorena: Editora Cléofas, 2019.
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