1 La enseñanza católica sobre la observancia del domingo en lugar del sábado se fundamenta en las Escrituras y en la tradición apostólica, mostrando que el domingo es el día central del culto cristiano, especialmente por ser el día de la resurrección de Jesús.
- Marcos 16, 2: Este versículo relata que Jesús resucitó "en el primer día de la semana", es decir, el domingo. Esto marca el inicio de una nueva creación, superando la antigua alianza y el sábado. La Iglesia celebra el domingo como el día de la victoria de Cristo sobre la muerte.
- Juan 20, 19: En el mismo día de la resurrección, Jesús aparece a los discípulos reunidos. Este evento refuerza la importancia del domingo como el día en que el Señor se manifiesta a sus seguidores, dándoles paz y fortaleciendo su fe.
- Juan 20, 26: Ocho días después, nuevamente un domingo, Jesús aparece a los discípulos y confirma la fe de Tomás. Este ciclo de ocho días evidencia que el domingo se convirtió en el día regular de encuentro con el Resucitado, y ya no el sábado.
- Hechos 20, 7: En este versículo, los primeros cristianos se reúnen el domingo para "partir el pan", lo cual hace referencia a la celebración de la Eucaristía. Esta costumbre de reunirse el domingo para el culto ya estaba establecida entre los seguidores de Cristo, distinguiéndolos de la práctica judía de adoración en sábado.
- 1 Corintios 16, 2: El apóstol Pablo orienta a las comunidades cristianas a recoger sus ofrendas el primer día de la semana, el domingo. Este detalle muestra cómo el domingo ya era un día especial para los cristianos, no solo para la Eucaristía, sino también para otros aspectos de la vida comunitaria.
- Apocalipsis 1, 10: Juan relata que tuvo una visión "en el Día del Señor", que es una referencia al domingo. Este versículo confirma que el domingo ya era conocido entre los primeros cristianos como un día reservado para el culto y para experiencias espirituales profundas.
- Colosenses 2, 16-17: Pablo argumenta que los cristianos no deben ser juzgados por no observar el sábado. Él explica que las prácticas de la Ley Antigua, como la observancia sabática, eran "sombras" de aquello que se cumpliría en Cristo. Con la resurrección, el sábado perdió su sentido ceremonial.
- Gálatas 4, 9-11: Pablo advierte a los gálatas contra el retorno a las observancias de la Ley Judía, incluida la observancia del sábado. Él enseña que estas prácticas eran preparatorias para la venida de Cristo, y ahora, con la Nueva Alianza, ya no son necesarias.
Por lo tanto, con base en estos versículos y en la tradición de la Iglesia, el domingo se convirtió en el día de culto cristiano, el "Día del Señor", que celebra la resurrección de Jesús e inaugura la nueva creación. El cambio del sábado al domingo refleja el cumplimiento de las promesas de Dios en Cristo y la centralidad de la resurrección en la fe cristiana.
