Como afirma el Catecismo de la Iglesia Católica, desde el Antiguo Testamento, Dios ordenó o permitió la creación de imágenes que simbólicamente apuntaban a la salvación operada por el Verbo encarnado. Ejemplos de esto incluyen la serpiente de bronce, el arca de la Alianza y los querubines. Estas imágenes sirvieron como una preparación para la plena revelación de Cristo y no fueron objetos de adoración.
Una de las dudas más comunes entre aquellos que observan la práctica católica es: ¿los católicos adoran imágenes? La respuesta a esta cuestión se encuentra en entender lo que significa la veneración de imágenes. El culto a las imágenes en la Iglesia Católica implica la veneración (dulia) de representaciones religiosas, como las de Jesucristo, la Virgen María y los santos. Esta veneración es un gesto de respeto y honor, no de adoración. El concepto de adoración (latría) se reserva exclusivamente a Dios.
Según el párrafo 2132 del Catecismo de la Iglesia, el culto cristiano de las imágenes no viola el primer mandamiento, que prohíbe la adoración de ídolos o falsos dioses. En realidad, el honor prestado a una imagen no se dirige al objeto en sí, sino a la persona o realidad sagrada que representa. Así, venerar una imagen es venerar la realidad en ella retratada.
Por lo tanto, afirmar que los católicos adoran imágenes es un malentendido común. La Iglesia Católica enseña que la adoración se debe solamente a Dios y que las imágenes sirven como medios para recordarnos los ejemplos de fe de los santos y de Cristo, llevándonos a una relación más profunda con Dios. La veneración de las imágenes es una forma de expresar respeto y de conectarnos visualmente con las verdades espirituales, pero nunca de adorarlas.
En conclusión, al preguntarse si los católicos adoran imágenes, es esencial comprender esta distinción teológica. Las imágenes no son adoradas, sino respetadas como representaciones que nos ayudan a contemplar las realidades divinas. La práctica católica sigue la enseñanza del Catecismo, que orienta a los fieles a utilizar las imágenes como ayuda a la devoción y a la meditación, manteniendo siempre la adoración exclusivamente a Dios.
-
Catecismo de la Iglesia Católica p. 2132
-
Cf. Nm 21,4-9
-
Sb 16, 5-14
-
Jo 3, 14-15
-
Cf. Ex 25, 10-22
-
1Rs 6,23-28; 7,23-26
-
CIC 2131, 2132
Aunque se hacen todos los esfuerzos para garantizar la precisión y la conformidad con las enseñanzas de la Iglesia Católica, reconocemos que pueden ocurrir errores en la interpretación o en la presentación de la información. Si identifica alguna respuesta o contenido que esté en desacuerdo con las enseñanzas oficiales de la Iglesia, le pedimos amablemente que nos lo comunique. Nos comprometemos a revisar y corregir de inmediato cualquier error que sea identificado.
Entendemos que la fidelidad a la doctrina de la Iglesia es fundamental, y por eso, valoramos la colaboración de los usuarios para mantener la integridad del contenido presentado.
Agradecemos su comprensión y su compromiso con la fe católica.