Sí, los católicos creemos en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Esta creencia es uno de los pilares de nuestra fe y se expresa en varias partes de la tradición de la Iglesia. La Eucaristía no es solo un símbolo, sino la verdadera presencia de Cristo, accesible para todos los fieles.
La realidad de que el pan y el vino se transforman en el Cuerpo y Sangre de Cristo se llama transubstanciación. Este es un profundo misterio que aceptamos por fe. Durante la Misa, el sacerdote pronuncia las palabras de Jesús: "Esto es mi cuerpo" y "Esto es mi sangre", como se relata en Lucas 22, 19-20. Esta transformación no es percibida por los sentidos.
Desde los primeros tiempos de la Iglesia, los Padres de la Iglesia ya hablaban de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. San Ignacio de Antioquía, por ejemplo, que vivió en el siglo I, escribió sobre la Eucaristía como "la carne de Cristo", reforzando la creencia en su presencia real.
¿Qué es la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía?
Los católicos creen que, en la Eucaristía, el pan y el vino se transforman en el Cuerpo y Sangre de Cristo, un misterio llamado transubstanciación. Esta creencia está fundamentada en las palabras de Jesús: "Esto es mi cuerpo... esto es mi sangre" (Lucas 22, 19-20) y reafirmada por la tradición de la Iglesia.
Testimonios de los Primeros Cristianos y Padres de la Iglesia
Desde los primeros siglos, santos como Ignacio de Antioquía y Agustín afirmaron la presencia real de Cristo en la Eucaristía, destacando el valor de este sacramento como alimento espiritual que sostiene la fe. La tradición apostólica preserva esta creencia en la verdadera naturaleza del sacramento.
Milagros Eucarísticos: Señales de la Presencia Real
Milagros como el de Lanciano refuerzan la fe de los católicos en la Eucaristía. En el siglo VIII, un sacerdote presenció cómo el pan y el vino se transformaron en carne y sangre durante la Misa, una evidencia tangible de la presencia de Cristo en el sacramento.
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CARTA ENCÍCLICA ECCLESIA DE EUCHARISTIA 15.: https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/pt/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_20030417_eccl-de-euch.html
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CIC 1407
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CIC 1396
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CIC 1355
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CIC 1402
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CIC 1360
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CIC 1323
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CIC 1325
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CIC 1362
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CIC 1333
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Juan 6, 51: Jesús se declara el "pan vivo" y ofrece su carne por la vida del mundo.
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Juan 6, 53-56: Comer la carne y beber la sangre de Cristo da vida eterna.
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Mateo 26, 26-28: En la Última Cena, Jesús identifica el pan y el vino con su cuerpo y sangre.
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Marcos 14, 22-24: Jesús instituye la Eucaristía, ofreciendo su cuerpo y sangre a los discípulos.
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Lucas 22, 19-20: Jesús ordena: "Hagan esto en memoria de mí", instituyendo la Eucaristía.
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