1 Sí, los católicos creen en la resurrección de los muertos. Esta creencia es un pilar central de la fe católica, basada en la resurrección de Jesucristo, que sirve como prueba y modelo para la resurrección de todos los fieles. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que, al final de los tiempos, los cuerpos serán resucitados y reunidos con las almas, en una unión perfecta y glorificada. Esta resurrección de los muertos ocurrirá en el momento del regreso de Cristo, cuando Él juzgará a los vivos y a los muertos, cumpliendo así las promesas de la salvación.
La doctrina católica está firmemente apoyada en las Escrituras. En 1 Corintios 15,20, San Pablo afirma: "Pero en realidad, Cristo resucitó de entre los muertos, como primicias de los que durmieron". Este versículo confirma que la resurrección de Cristo es la garantía de la resurrección de los muertos. En Juan 11,25-26, Jesús declara: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí nunca morirá". Estos versículos ilustran la esperanza católica en la vida eterna y en la transformación de los cuerpos en el último día.
Los católicos creen en la resurrección de los muertos como una verdad de fe. En el Credo, que se recita en todas las misas, la comunidad reafirma esta creencia al decir: "Creo en la resurrección de los muertos y en la vida eterna". Esta profesión de fe refuerza la confianza de los fieles en que la muerte no es el final, sino el comienzo de una nueva vida en unión con Dios. La resurrección de los muertos no es solo simbólica; es una promesa concreta de transformación física y espiritual.
La Iglesia enseña que, en el día de la resurrección, los cuerpos de los fieles serán transformados en cuerpos glorificados, inmortales e incorruptibles, como el de Cristo después de su resurrección. Los católicos creen en la resurrección de los muertos basándose en la promesa divina de que la muerte será vencida y la vida eterna será alcanzada para aquellos que permanezcan fieles. La creencia en la resurrección de los muertos es, así, una esperanza viva que ilumina el camino de los católicos hacia la vida eterna.
Finalmente, en Romanos 8,11, encontramos más una confirmación: "Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó a Cristo Jesús dará vida también a vuestros cuerpos mortales". Esta promesa reitera la fe católica de que, así como Cristo resucitó, también los fieles resucitarán en el último día.
